Bares notables de San Cristóbal

"Se considera bar notable a aquellos bares, billares o confiterías relacionados con hechos o actividades culturales de significación; aquellos cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local, le otorgan un valor propio"

Bar Carlitos

Fundado en 1908

Carlos Calvo 2607

Fue inaugurado en 1908 por Manuel García, como "Almacén y despacho de bebidas". El Bar “Carlitos” debe su denominación a la manifiesta admiración de su dueño por Carlos Gardel.

El lugar ofició de proveedor en tiempos de conventillos sin supermercados. La memoria nostálgica de los parroquianos rescata a famosos habitúes del lugar, como por ejemplo a Ada Falcón, que solía hacer compras en el antiguo almacén. A Enrique Muiño, vecino de la calle Carlos Calvo y Pichincha, quien pasaba a diario a beber su cafecito en el lugar. Nombran orgullosos a Razzano, guitarrista de Gardel, quien vivía en un conventillo de Carlos Calvo 2540 y era frecuente encontrarlo entre las mesas del bar. Recuerdan a Roberto Ray, cantor de la orquesta de Osvaldo Fresedo, quien allá por el año 1945 vivía en la intersección de las calles Estados Unidos y Jujuy. Hablan de los hermanos Puccio, guitarristas de Hugo del Carril, quienes eran clientes y solían tocar la guitarra en rueda de amigos. De Atilio Stampone, cuando cursaba la primaria en la Escuela “Chorroarín” y pasaba por allí a comprar golosinas. Rememoran que, por aquellos años, eran asiduos concurrentes, los integrantes del dúo cómico Buono-Striano, el apellido de Rafael era Bueno y vivía enfrente, recuerdan.

 Con mas de cien años de vida, entre sus valiosos objetos antiguos podríamos destacar una vitrola, un Wincofon, viejos tarros de lechero y un cartel de 1892 que expresa textualmente: “Por orden del comisario se prohíbe entrar armado y con sombrero al despacho de bebidas”. El letrero rememora una época donde las discusiones las ganaba aquel que quedaba en pie.

Este bar notable cerró sus puertas en febrero del año 2010.

Bar de Cao

Fundado en 1915

Av. Independencia 2400

Comenzó a funcionar en 1915 como el Almacén La Armonía. En 1930 los hermanos Cao, antiguos empleados del despacho, se unieron para comprarlo. Atendían con un delantal azul y boina ligeramente inclinada  hacia un costado. Pepe Cao manejaba el bar y Vicente el almacén. El bar comenzó siendo un placentero refugio para la fatiga de los obreros portuarios y conductores de chatas. Una chapa enlozada en blanco y azul es testimonio de esa época. Lo mantuvieron hasta que pudieron…Luego el lugar fue alquilado por el vecino Néstor Rosales y reabrió sus puertas con el nombre: “El almacén”, al poco tiempo cerró sus puertas… En el año 2005 la tradición ibérica volvió a poner en funcionamiento el lugar desempolvando los recuerdos de un clásico porteño. Sus nuevos dueños descendientes de familia española reabrieron el bar de los hermanos asturianos con su nombre original: “Bar de los hermanos Cao”…Hoy también funciona como galería de arte donde exponen varios artistas… Algunas joyas del pasado: Los muebles, bien conservados y restaurados ; el largo mostrador de madera con mesada de mármol; la imponente fideera llena de legumbres; los estantes con viejas botellas; la antigua balanza  y una vieja caja registradora. ..Hoy se ofrecen bebidas típicas, café, y tapas españolas. Es un lugar tranquilo, donde los habitúes entran y sienten que el tiempo se detiene, mientras ven a través de las ventanas el veloz tránsito que recorre la avenida Independencia.

  

Bar Miramar

Fundado en 1948

Sarandí 1190/San Juan 1999

"Te debo Buenos Aires las espinas ¡Mirá cuánto te debo! ¡Cuánta es mi nada! Vivo dejando mi ternura en cada esquina. Crezco de amor infortunado y es de andar por tus calles que me parezco a vos, a nadie más que a vos, mi Buenos Aires"

 Julián Centeya (Poema escrito en la fachada del bar)

Ocupa la esquina de San Juan y Sarandí, donde antiguamente estaba emplazada la "Casa de Sombreros Della Corte "(Entre 1920 y 1948). Esta esquina era frecuentemente llamada la "Esquina de Paco", y desde 1998 se la denominó "Esquina de Gardel, Canaro, y Greco", los últimos dos tangueros eran oriundos del barrio y Carlos Gardel era habitué de la casa de sombreros.

En 1948 abrió el Miramar, como almacén y despacho de bebidas.

Sus paredes están cubiertas de botellas, tiene una carta de vinos de 12 páginas, sobre la barra cuelgan numerosos fiambres.